Siempre Hay Otra Oportunidad

Volver a empezar no es fracasar, es darse una nueva oportunidad. Aprender gracias a tus hijos, es la mejor manera de mirar las cosas, sobre todo cuando no son como realmente uno espera.

¿Cuántas veces lo que has planeado para tu vida va cambiando a lo largo del camino? A veces puede que la realidad no coincida con lo que pensabas, pero de eso se trata de soltar todas las expectativas. La vida no puede ser vivida desde la mente y sobre todo con los niños, ya que ellos son espontáneos y muy creativos.

Lo que nos pasa como padres es que a veces apagamos nuestra creatividad y es momento de que recuerdes que ese recurso esta en ti.

Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos visto forzados a reinventarnos: una separación, la pérdida de un trabajo, una enfermedad… Los cambios en tu vida no son más que una oportunidad para encarar nuevos retos y construir una nueva realidad más coherente, más feliz si así te lo propones.

El hecho de reinventarte es el mejor ejemplo para tus hijos. Recuerda que ellos aprenden de ti, de lo que ven, no de lo que les dices.

Es necesario que llegado el momento tomes las riendas y te des las oportunidades que necesites. La vida te estará apoyando en tu crecimiento como padre o madre.

Tu mente es una herramienta que usada con coherencia te puede abrir las puertas a una nueva realidad. Siempre puedes volver a empezar y darte otra oportunidad. Darte a ti siempre una nueva opción es mostrarle a tus hijos que de todo se aprende y que no hay rendirse.

Para ello, ten en cuenta las siguientes premisas:

  • Vive tus emociones sin tratar de huir de ellas. Si es necesario siente el dolor, la ira, la angustia, sólo el tiempo justo para aprender y después déjalas ir. Las emociones están para enseñarnos y si tu te permites vivirlas, enseñarás a tu hijo a que también lo haga.
  • Perdona y cierra la puerta a tu pasado. La única verdad que existe es el aquí y ahora. Perdonar es decir adiós sin resentimiento, comprender y dejar ir. El pasado no lo podemos modificar pero siempre podemos aprender de él. Igual que a tus hijos se lo perdonas todo pase lo que pase, haz lo mismo contigo. No seas tan duro contigo papá, mamá.
  • Aprende de tus experiencias. Todo cuanto te acontece es una oportunidad, es el resultado de tus propias elecciones. Es importante que te adueñes de tus decisiones, dejando a un lado la culpa y observando y viviendo todo aprendizaje.
  • Disfruta cada instante y sé feliz con cada nueva oportunidad convirtiéndote en el ejemplo que quieres enseñar a tu hijos.

 

Donde quiera que vayas, ve con todo tu corazón”. Confucio.