Qué hacer cuando mi hijo rechaza la comida

Existen muchas formas de rechazar la comida: negarse a probar alimentos nuevos, negarse a comer verduras, no comer nada troceado o solo comer alimentos dulces. Para cada una de estas modalidades hay una solución efectiva. Lo importante es nunca perder la paciencia y mantener una actitud positiva en todo momento.

Presentación de nuevos alimentos

Los alimentos nuevos no suelen ser bien recibidos por los niños. Por lo tanto, la clave se encuentra en la forma en la que los presentamos. No es recomendable darle nuevos alimentos solos, sino que lo mejor es que al principio sean el acompañamiento de los que ya conoce.

La cantidad también es importante, puesto que el niño no debería recibir más de dos alimentos nuevos en cada comida, de la misma manera que no será, hasta que se acostumbre a ellos, que debamos introducir otros nuevos alimentos.

Si nuestro hijo rechaza los alimentos nuevos, no debemos renunciar a ellos, sino que tendremos que insistir volviéndoselos a presentar en la siguiente comida.

Lograr la aceptación de las verduras

Las verduras pueden llegar a convertirse en un problema mayor en la alimentación infantil. Las más problemáticas son las verdes, tanto por su color como por el gusto amargo que presentan. Afortunadamente, hay formas de camuflarlas que resultan muy efectivas.

Si tu hijo no las quiere porque identifica su forma, puedes presentarlas totalmente cambiadas, como por ejemplo en unas bolitas de verduras. En el caso de que el problema sea el gusto amargo, puedes camuflarlo con queso, huevos o cualquier otro sabor que a tu hijo le guste, para que se vaya acostumbrando de nuevo.

Otra alternativa es presentarle pequeñas porciones de verduras al lado de comidas habituales que le resultan conocidas y placenteras.

Cómo lograr que mi hijo coma la comida en trozos

Uno de los inconvenientes en la etapa de transición entre las papillas y la comida en trozos, es que tu hijo rechace estas últimas. Lo principal a tener en cuenta es que debemos ser muy pacientes y amables al respecto. Estamos enfrentando a nuestro hijo a algo completamente nuevo, por lo cual necesitará tiempo para adaptarse a ello.

Los trozos deben ser presentados de forma muy pequeña y, si aun así son problemáticos, los camuflaremos dentro de la papilla. A medida que el pequeño se habitúe a ellos, iremos aumentando el tamaño y retirando la parte de papilla.

Es posible que los primeros encuentros con la comida troceada resulten frustrantes. No obstante, el encuentro es todo un logro en sí mismo. De modo que el tiempo y nuestra buena disposición serán lo que ponga todo en su lugar.

La clave está en la paciencia, la perseverancia y el respeto al proceso de tu hijo.

Mi hijo solo come postre . Alternativas y soluciones

En primer lugar, el postre modalidad “golosina” nunca debe ser un premio por comerse la comida que verdaderamente lo alimenta o por hacer sus tareas. Esto hace que el niño idealice esta clase de comida, cuando en realidad es bastante perjudicial. Por lo tanto, reserva la bollería y las golosinas para situaciones excepcionales.

Una alternativa muy ingeniosa es elaborar postres caseros sin grasas saturadas, tal como puede ser un bizcocho con harina integral al cual le agregaremos frutas frescas de estación. Este tipo de postre es nutritivo y nada tiene que ver con las golosinas.

Otra opción es presentarle postres sanos de forma divertida. En vez de darle una manzana y un melocotón enteros o troceados, córtalos de forma que te quede esculpida una carita de animal.
Así tu hijo asociará los dulces sanos con la diversión, y lo hará entrar por la puerta grande hacia su correcta alimentación.

En último lugar te diré que no es nada recomendable las golosinas o bebidas azucaradas, ya que esta clase de comida le quitaría el apetito a tu hijo y, en tal caso, lograr una alimentación adecuada sería una verdadera odisea.

Con Amor,
María José Patino