Te pongo esta situación: le has comprado el nuevo juguete de moda a tu hijo, está super contento pero pasado unas horas lo encuentras en el suelo de su habitación…. cuando le preguntas porque no lo cuida responde “no me gusta” o “ya no lo quiero” y terminas sintiéndote molesto y enfadado, pensando que tu hij@ no valora las cosas… ¿alguna vez te ha pasado?
Es muy común en los niños cambiar de intereses con gran velocidad, sin embargo, es diferente que no sepa cuidar y valorar lo que tiene. Usualmente este problema suele verse con los bienes materiales, por ejemplo, los juguetes cuando están rotos, en el suelo, al poco tiempo de haber sido comprados. O con las cosas del hogar, adornos, aparatos electrónicos o sus propios útiles de la escuela, su mochila, su estuche, sus lápices de color…. en todas estas ocasiones el niño cuando ve que estos están en mala condición dice “se compra otro”.
Dejando de lado el dinero, un niño debe aprender a valorar el esfuerzo que se hace para conseguir lo que se tiene para que cuando sea adulto pueda de igual manera saber que es su esfuerzo lo que le dará la oportunidad de conseguir lo que quiere. Es educar bajo la frase “todo esfuerzo trae su recompensa”.
Te has preguntado si ¿tu hijo sabe el esfuerzo que se hizo para ese nuevo juguete que le compraste? o ¿hizo el algún esfuerzo en conseguirlo?
A todo padre le gusta darle a su hijo lo que necesita, sin embargo, a veces se puede confundir en darle todo lo que pide sin que lo necesite haciendo que el niño no aprenda cual es el valor del esfuerzo.
Cuando tu hijo recibe algo nuevo sin ver la necesidad de esperar o sin haber puesto de su parte en conseguirlo es muy probable que no pueda reconocer el valor que tiene.
Te pongo un ejemplo, si dos hombres a la vez se compran un coche súper lujoso de último modelo con un sistema de la más moderna tecnología, uno de ellos es un hombre millonario que tiene el coche del año con todos los lujos y compra el coche para tener una colección, mientras el otro hombre ahorro 5 años todo lo que pudo para comprarlo ¿Cuál de los dos crees que lo valorará más?
Uno de los hombres lo valorará más en la medida del esfuerzo que hizo, de igual manera ocurre con tu hijo.
Entonces ¿cómo enseñarle cual es el valor que tienen las cosas?, como mencionamos antes no es cuestión de lo material, es decir, no es sacar los precios de lo que se ha comprado para enseñárselo. Si aún no ha aprendido a valorar lo que tiene es probable que no vea el dinero como algo valioso tampoco, en lugar de ello puedes hablar sobre el esfuerzo que tuviste que hacer para poder comprar todo lo que necesitaron ese mes.
Tu hijo aprende todo el tiempo de tu ejemplo, seguro le has visto copiando algunas maneras de comportarte tuyas, al ponerse tu ropa o jugar a que trabaja de lo mismo que tú. De igual manera aprende los valores, al ver una actitud tuya de cuidado frente a tus cosas es muy probable que haga lo mismo y aún más si le explicas porque es necesario cuidar tus pertenencias.
Incentivar su propio esfuerzo es una manera fantástica de aprender a valorar, recompensando pequeños trabajos fuera de las tareas que ya tiene con el hogar, con una pequeña paga, tendrá una oportunidad de ahorrar por sí mismo para algo que él desea comprar.
Incentivar su propio esfuerzo es una manera fantástica de aprender a valorar, recompensando pequeños trabajos fuera de las tareas que ya tiene con el hogar, con una pequeña paga, tendrá una oportunidad de ahorrar por sí mismo para algo que él desea comprar.
Por ejemplo, tu hijo quiere comprar la nueva colección de cromos de fútbol que vio en la televisión, entonces puedes plantearle “necesitas ahorrar un poco para comprarla” él puede cortar el césped, limpiar el polvo del salón o ayudar a limpiar el coche para tener su paga y poco a poco juntará la cantidad que necesita para comprar lo que quiere. De esta manera él comprenderá que su esfuerzo fue lo que le ayudó a conseguirlo.
Aunque valorar los objetos que se tiene es importante, algo que muchas veces tampoco se aprecia son las buenas acciones, estamos hablando de un desayuno hecho con amor, una tarjeta que hizo en el colegio, una bonita palabra, un poco de apoyo con alguna tarea.
Existen muchas maneras pequeñas en las que se demuestra el cariño a la familia y la mejor manera de darles el valor que merecen es empezar por un “gracias”. Decir gracias es parte de la gratitud que se forma desde pequeños, cada miembro de la familia debe participar de esta gratitud valorando los gestos de amor que tienen entre ellos.
Pon en práctica todo los puntos que hemos visto y para completar el entrenamiento te voy a dejar nuestro video de cómo dar una paga a tu hij@, de este video sacaras las ideas que te hacen falta para completar el entrenamiento!
Educar desde el Amor
Método Emotraining