“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”
Cuando le pides algo a tus hijos, revisa primero que estas haciendo tú.
Puede ser que lo que le pidas sea muy bueno para él, para su vida. ¿Pero qué le estás diciendo tú a través de tu vida, tus hechos o palabras?
Las personas, sean niños o adultos aprendemos “modelando”, es decir, copiando lo que hacen. Es por esto que tu hijo jamás se quedará con tus palabras y sí con lo que haces y de lo que eres ejemplo.
Pide a tu hijo que diga la verdad cuando tú siempre digas la verdad.
Pide a tu hijo que sea educado con los dema?s cuando vea que tú tratas con educación a la otra parte de la pareja.
Pide a tu hijo que respete a tus padres cuando tu respetes a tus suegros.
Pide a tu hijo que sea amable y respetuoso con los demás cuando tú conduzcas, y con aquel coche que se metió delante de ti sin poner el intermitente, mantengas la calma.
En este video te mostramos cómo de incoherentes podemos llegar a ser con nuestros hijos y con lo que le pedimos a ellos que hagan.
Ahora que ya lo sabes, y has tomado consciencia, te resultará mucho mas fácil seguir el camino correcto.
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