Te pasa que la rutina, el trabajo o los temas pendientes por resolver absorben tu tiempo, y sin darte cuenta el día pasa. Te has puesto a pensar ¿Cuántas veces al día abrazas a tu hijo? Los abrazos son una de las mejores formas de comunicar cariño, cuidado y preocupación a tu hijo. ¿Por qué son tan importantes? Te sorprenderá saber los beneficios que tiene un abrazo en tu hijo. Benefician tanto a quien lo da como a quien lo recibe, a la vez que estimula positivamente el cerebro y facilita la felicidad.
En este post te daré 10 razones para abrazar más a tu hijo:
Abrazos igual a amor
Las muestras de afecto promueven el cariño, hacen sentir amado y cuidado a tu pequeño. Este sentimiento es muy importante para tu pequeño porque se volverá una de las herramientas más poderosas para su desarrollo. Los niños necesitan amor para crecer felices y equilibrados; amor y firmeza a partes iguales siempre.
Papás e hijos más unidos
El sentimiento de cariño que tu hijo siente cuando es abrazado por ti, fortalece en él la idea que puede contar contigo cuando se sienta triste, que te preocupas por él y que es querido por ti. Sintiéndose querido y comprendido por sus padres el niño acudirá a ellos ante cualquier circunstancia que acontezca en su vida, considerándolos como un lugar seguro y no un sitio donde me juzgarán por haber “hecho algo mal”.
Mejor expresión de emociones
Piensa en cómo te sientes al recibir un abrazo de alguna de las personas que más quieres, un abrazo reconforta el espíritu de la persona que lo da y del que la recibe, ayuda a soltar lo que se carga emocionalmente y favorece a una comunicación más expresiva. Pues con los pequeños ocurre lo mismo, es más, ellos lo sienten más, ya que están “menos contaminados” por los paradigmas existentes, piensan menos y sienten más.
Hijos más seguros de sí mismos
Tu hijo forja su autoestima a través del amor que recibe de mamá y papá junto al entorno en el que se desarrolla ¿Cómo? Bueno tu hijo comienza a formar su imagen personal dependiendo de la información sobre él que recibirá de su entorno más cercano, por ello las muestras de cariño refuerzan en el sentimiento de ser amado. Es más si un niño no se siente amado , será muy difícil que logre amarse a él mismo; no ya a los padres, si no a él.
Emociones positivas
Los abrazos hacen sentir a tu hijo querido, las acciones constantes de apoyo y demostraciones de cariño fortalecen el tu hijo su estabilidad emocional. El amor es la fuerza más poderosa que hay , es lo único que hay de hecho; debemos ser conscientes siempre de que donde hay miedo no hay amor, y donde hay amor no hay miedo; visto esto dónde querrías estar ? y que estuviera tu hijo?
Corazones más fuertes
¿Te has preguntado cómo el cerebro interpreta un abrazo? Al producirse un abrazo en el cerebro se liberan químicos relacionados a las relaciones emocionales. Estos químicos afectan a todo el organismo, regulando la presión sanguínea que fortalece el corazón de las personas que participan del abrazo. De hecho está demostrado que las personas que tienen mejores relaciones primero con ellos mismos y luego con los demás viven más y son más felices.
Tienen un efecto sanador
Cuando ocurre alguna situación que deja a tu hijo triste y desesperanzado, un abrazo puede mejorar su estado anímico. Como describimos más arriba, un abrazo genera un sentimiento positivo. A su vez otorga un efecto tranquilizador y calmante que fortalece el apoyo que siente tu hijo al recibirlo. Haciéndole saber que no estará solo , que puede contar contigo.
Mejora su estado de ánimo
Ante las situaciones que dejan decaído, molesto o triste a tu pequeño un buen abrazo hará sentir a tu hijo tu amor y cariño, lo ayudará a sentirse querido y protegido, haciendo que su estado de ánimo mejore. En este punto es importante recalcar que antes de pasar al ansiado abrazo debemos esperar a que el pequeño acabe de vivir y sentir la emoción de tristeza , de manera que pueda fluir y sentirse comprendido y con el derecho a sentir y vivir en coherencia . Una vez pase con respeto le ofrecemos un abrazo, por el mero hecho de ser pequeños no los podemos “estrujar” a antojo; son seres como los adultos con sus retos y complicaciones propias de su edad.
Es un medio de relajación
El abrazar relaja los músculos y la tensión del cuerpo. Esta sensación puede disminuir el dolor físico, a su vez fortalecer el sistema inmunológico, haciendo más fuerte y menos propenso a las enfermedades a quien lo reciba. Un niño que se siente querido y feliz supera las enfermedades más rápido que un niño que no; está claro un sistema inmunológico afectado por el estrés que le pueda causar la irritación o malestar constantes – ojo aunque sean pequeños sufren de estrés como los adultos – está más débil y propenso a enfermedades, así que está claro que una buena dosis de amor hará que su sistema esté mucho más fuerte.
Desarrolla cualidades positivas
Un niño que recibe muestras de afecto constantes, será un niño que no tenga miedo a expresar sus sentimientos a los demás, tendrá ya un nivel de inteligencia emocional muy por encima de la media. Llevando estas actitudes fuera de casa, por ejemplo, al ayudar a un compañero que pase por una dificultad o sobrellevar de mejor manera una situación difícil.
Abrazar a tu hijo además de ser emocionalmente importante, es físicamente saludable. Piensa en cuántos beneficios puedes brindar a tu hijo o a ti mismo con algo tan simple como un abrazo. ¿No te parece que ayudan muchísimo? Los abrazos son señal de amor, por eso dentro de la familia han de ser diarios, constantes y espontáneos. Te animo a dar más abrazos a tu pequeño.
Método Emotraining